Furia de Fedegan contra Artículo que la Denuncia
«Fedegan contra la paz y la economía de Colombia»
republicado el 20 de diciembre, 2012, en varias publicaciones.
Esta es la publicación completa:
Fedegan contra la paz y la economía de Colombia
Demogan en Agroexpo contra Fedegan, agosto de 2011
Ante la responsabilidad nacional de acabar la guerra en Colombia no sorprende que uno de los gremios que ha recibido acusaciones de ser financiadores de descuartizamientos, masacres y de las peores atrocidades de la guerra que ha vivido Colombia en los últimos treinta años, como coinciden en señalarlo paramilitares de diversas agrupaciones de todo el país, se oponga a cualquier diálogo con la organización armada que se originó precisamente de las injusticias, la avaricia y la terquedad de dueños de tierra contra el campesinado lo que provocó que las FARC se formaran del sector campesino y que todavía sean hoy la organización campesina armada más grande que haya conocido Colombia en su historia.
A Fedegan la acusan hasta de ser responsable y culpable del surgimiento de las FARC y del desangramiento de Colombia con las AUC, y se ha confirmado su anatagonsmo a cualquier Reforma Agraria que se haya intentado en Colombia y hacerlo nuevamente no es una novedad. Por coincidencia la existencia de Fedegan es paralela a la de las FARC. Fedegan fue fundada el 13 de diciembre de 1963.
Por otra coincidencia, José Vicente Lafaure en 1943 abogó por la destrucción de tierras fértiles para la agricultura en favor de la ganadería.
La Asociación Nacional de Ganaderos, a través del Congreso Nacional de Ganaderos, es la gestora de Fedegan y ésta mantiene viva la tradición de los ganaderos españoles con un esquema administrativo de poder estilo monárquico. La directiva de Fedegan tiene poderes “reales” sobre toda la Federación de ganaderos y sus decisiones son órdenes a las que los miembros deben defender lealmente. De ahí la existencia de Demogan desde agosto del 2011.
Pienso que Fedegan debería expulsar esa directiva y transformar su sistema organizativo para democratizarse y comenzar a limpiar el enlodamiento de sangre con el que esa directiva ha condenado a todo el gremio, y por el bien de los ganaderos y de Colombia. Hay ganaderos honorables que deben levantarse y hablar con honestidad.
Los ganaderos deben unirse a la terminación de la guerra en Colombia, a pesar del anacronismo y guerrerismo que han mostrado las directivas de Fedegan, cuya directiva es considerada por muchos como una rosca que en nada le importa la paz ni el bienestar de los colombianos.
A nadie mejor que a los ganaderos les importa la paz y el diálogo, pero las directiva de Fedegan ni siquiera les importa reconocer que existe esta necesidad urgente y tapa la voz de los ganaderos.
En mi opinión la directiva de Fedegan ha engañado al gremio y lo ha manipulado con un uribismo obsoleto.
Uribe fue el único presidente de Colombia que ha negociado con sanguinarios criminales profesionales ofreciéndoles impunidad y participación política nacional, objetivo que lo impidió la Corte Constitucional, el Congreso y la comunidad internacional. Las AUC no tuvieron ninguna política, solo el oportunismo de cualquier criminal para aprovecharse de los ganaderos y de quienes más pudieran para expandir su poder del crimen.
Las AUC permutadas en bacrim como las Águilas Negras, los Urabeños, los Paisas, ERPAC y demás mafia criminal que explota a los ganaderos y azota a Colombia son producto de la negociación que hizo Uribe con criminales.
Los criminales se distinguen fácilmente porque se organizan para satisfacer de la mejor manera su único interés que es el rápido y fácil lucro personal.
La diferencia entre esas organizaciones criminales y las organizaciones políticas armadas es que para éstas todo producto del crimen pertenece a la organización política armada y es ésta la que decide su uso para reclutamiento, propaganda, armamento, saboteo, acciones, destrucción de infraestructura, logística y promoción de sus objetivos hacia la toma del poder.
Las organizaciones criminales buscan siempre participar del poder y dominarlo, pero nunca cambiarlo porque no tienen ningún objetivo político y todo lo que buscan del poder es garantizar la protección de sus crímenes.
Las organizaciones políticas armadas tienen proyectos de poder en todas las áreas de la vida nacional incluyendo economía, salud y educación.
La negociación de los proyectos de poder de las organizaciones armadas busca que la política y los objetivos políticos de estas organizaciones armadas encuentren un espacio democrático donde no cabe la lucha armada.
La negociación política del gobierno colombiano con el grupo armado M-19 acabó de inmediato y para siempre cualquier intento de violencia y acciones antisociales de este grupo, quedando en el pasado sus atropellos armados.
La negociación política del actual gobierno con las FARC es pagarle una deuda de paz a Colombia, de la cual los ganaderos son beneficiarios y cuya contribución de ahora y aquí debe ser ejemplar para la historia.
Es absurdo que los ganaderos se dejen llevar por una posición contra el diálogo que en forma retrógrada fomenta la directiva de Fedegan. Se puede ser criado arriando vacas pero eso no exige que uno tengan que tragarse entero el discurso trasnochado y errado de la politiquera y el guerrerismo en el que parece caer la directiva de Fedegan. Fuera de que la imaginaria estrategia de la Directiva de Fedegan para el 2019 es un subjetivo transplante mecánico de carácter externo sin asidero en la realidad nacional e internacional de este ramo*.
Los enemigos son los que hacen la paz y son los que negocian el bienestar de ambas partes.
Las Fuerzas Armadas dialogan con su archienemigo las FARC. Los ganaderos tienen que definir si las FARC no son sus enemigos y aceptan las conclusiones del Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral con Enfoque Territorial para que se negocie entre las FARC y el gobierno, como la directiva de Fedegan lo ha decidido, o si los ganaderos ven a las FARC como su enemigo y van a dialogar con ellas cara a cara los intereses de cada uno.
Es como si una rosca directiva de Fedegan abandonara a los ganaderos y callara su voz en unas negociaciones cruciales para el futuro del gremio.
El asunto es económico y la directiva de Fedegan no debe escaparse de enfrentar directa y personalmente los intereses del gremio con los intereses políticos de las FARC y solo contentarse con abandonar a que el gobierno se encargue de los intereses de los ganaderos.
En cuanto a la discusión agropecuaria, debe tenerse en cuenta que el planeta se mueve hacia una dieta saludable, principalmente orgánica, y que en Estados Unidos y en los países europeos crece una conciencia contra el consumo de carne. Que los ganaderos podrían recompensar al país por la destrucción de tierras aptas para la agricultura, la tala de árboles y vegetación de importancia ecológica reemplazada por pastos, la infusión continua de nitratos provenientes de orina y excrementos masivos que destruyen la fertilidad de la tierra e intoxican fuentes hídricas, la proliferación de bacterias y virus tanto de excrementos como de químicos y antibióticos utilizados en la ganadería que afectan la inmunidad humana y salud general, la generación de gases como el metano y el carbono, éste último es 18% más alto que el generado por el transporte.
Esto porque el futuro agropecuario de Colombia tiene que desarrollarse dentro de parámetros socialmente responsables y acordes a las necesidades ecológicas del planeta.
José María Rodríguez González
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*Recomiendo estudiar La larga sombra del ganado – problemas ambientales y opciones. FAO, 2006.
Agregado
Jueves 20 de diciembre, 2012:
Fedegan confunde a la ciudadanía
GAF-PE-0129-2012
Bogotá D.C., 20 de diciembre de 2012
Señor Doctor
Bruno Moro
Coordinador de las Naciones Unidas en Colombia
Representante del PNUD en Colombia
Naciones Unidas
Para su conocimiento y el del público en general
Respetado doctor Moro:
En relación con la carta pública dirigida a usted por el señor José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegan, se hace pertinente hacer las siguientes aclaraciones que deben acompañar dicha carta:
1. Fedegan no representa la voz de todos los ganaderos de Colombia. Demogan, creada en Agosto de 2011 con motivo de la Agroferia y de las irregularidades tanto organizativas como administrativas y políticas de Fedegan es una voz de los ganaderos callada por Fedegan.
2. La directivas de Fedegan son consideradas, y con razón (ver abajo literales e, i, j), politiqueras y guerreristas como la misma carta del señor Lafaurie lo deja entrever.
3. Negarse a un diálogo sobre el problema agrario colombiano no tiene justificación alguna. Ni política, ni gremial, ni económica. Como el señor Lafaurie lo repite, solo obedece al capricho subjetivo de nunca estar de acuerdo con que el problema agrario haya que discutirlo con las FARC. Que exista un diálogo de paz con las FARC es el único desacuerdo del señor Lafaurie, y no colaborar con ese diálogo es lo que el señor Lafaurie ha impuesto como posición inflexible de Fedgan (ver abajo literales g,i). Esa posición es indiscutiblemente contra el diálogo para la paz en Colombia. Es una inconfundible posición guerrerista y contra los medios de no confrontacion para conseguir la paz. Claramente el señor Lafaurie lo expresa textualmente en sus propias palabras: «nunca estaremos de acuerdo en que esos temas puedan o deban ser negociados con las Farc»
4. Los ganaderos no son enemigos de la paz, Demogan es una prueba de ello, pero la dirección de Fedegan quiere imponer que los ganaderos se opongan a cualquier diálogo con las FARC sobre el tema agrario del cual Fedegan tiene serias responsabilidades en su problemática y en su falta de solución.
a. Históricamente, Fedegan ha destruido sistemáticamente cada intento que el gobierno ha hecho por plantear una necesitada Reforma Agraria en Colombia.
b. La directiva de Fedegan le escribe al PNUD sin hacer una mínima mención al más reciente informe del PNUD sobre la urgente necesidad de una reforma agraria en Colombia donde se demuestra que 52% de tierras colombianas están en manos de solo el 1.1% de colombianos, que incluye mayoritariamente a los grandes latifundistas de Fedegan.
c. Condenas criminales han demostrado que los grandes latifundistas de Fedegan han obtenido propiedades ilegalmente y las han hecho aparecer como sus propiedades legales. Un pequeño ejemplo de esta conducta ha sido el señor Mario Uribe, primo hermano y socio político y de personales intereses del ex presidente Álvaro Uribe.
d. El libro «Acabar con el olvido», editado en el 2009 por la Fundación Ganadera Colombiana, Fundagan, es un instrumento de propaganda para obtener del gobierno dinero para miembros de Fedegan. Mientras existen cuatro millones de colombianos de verdaderas familias campesinas desplazadas internamente en Colombia sin techo, sin bienes, sin tierra, sin propiedades y sin futuro, miembros de Fedegan engrosan las 26. 650 personas que exigen retribución por tierras perdidas, alegando ser víctimas.
La mayoría de cuatro millones de campesinos colombianos que deambulan en la miseria por Colombia no tienen documentación ni prueba de las tierras que les han quitado los terratenientes, entre ellos ganaderos, amangualados con paramilitares. Mientras que los miembros de Fedegan, que alegan ser víctimas, curiosamente tienen todos los papeles de sus propiedades en orden y un libro de propaganda para reforzarse.
Verdaderos campesinos, personas que de verdad siempre vivieron en el campo y legendariamente se sustentaban de sus pequeñas parcelas fueron descuartizados a motosierra y masacrados con dineros provenientes de miembros de Fedegan, como varios paramilitares lo han señalado. Sin embargo el señor Lafaurie, con total desprecio por todos estos hechos y de los millones de víctimas de la guerra, dice públicamente que los ganaderos son las peores víctimas de la guerra, citando tres mil de ellos cuando un mínimo de 2.800 sindicalistas fueron torturados y asesinados entre 1984 y 2011.
¿Cómo puede el señor Lafaurie comparar 500 mil ganaderos disfrutando de sus propiedades o 9 mil rebuscadas víctimas con cuatro millones de víctimas desplazadas y deambulando en la miseria?
e. Las FARC, de origen campesino, de composición campesina, con una lucha demostrada contra terratenientes y latifundistas y con programas de reforma agraria para el campesinado colombiano en conflicto, son las interlocutoras ineludibles y naturales para la solución del problema agrario colombiano. Negarse a hablar con ellas e insistir en la masacre armada y la guerra es un ataque frontal a cualquier intento de lograr la paz por la vía pacífica del diálogo. Esta evidencia del señor Lafaurie de guerra contra la paz es inocultable así repita con lágrimas de cocodrilo que está por la paz.
f. La posesión de tierras de las FARC corresponde a su control de territorio colombiano que demuestra su estatus de insurgencia y que Fedegan comprueba al reconocer que las FARC si poseen control de territorio colombiano.
g. El señor Lafaurie muestra en su carta que ha engañado a los ganaderos de Colombia y a la opinión pública. El Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral con Enfoque Territorial está organizado por las Naciones Unidas y la Universidad Nacional de Colombia para presentar propuestas a la mesa de negociaciones por la paz de Colombia. El Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral con Enfoque Territorial no pertenece ni tiene nada que ver con las FARC ni el gobierno. Es un instrumento necesario dentro del proceso de paz para que la ciudadanía, los gremios y las organizaciones que tengan propuestas para la solución del problema agrario contribuyan con sus ideas. Es la apertura al público de una negociación que no se hace solamente entre las FARC y el gobierno sino que incluye la participación de los colombianos sin distingos políticos ni económicos ni sociales.
Participar en el Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral con Enfoque Territorial es hablar con los colombianos. A eso se negó el señor Lafaurie y Fedegan. Los únicos que están hablando con las FARC y están autorizados a hablar con las FARC son las Fuerzas Armadas y el gobierno colombiano.
h. El señor Lafaurie alimenta y desinforma con una historieta amañada del conflicto armado.
La historia de este conflicto en el último medio siglo nos muestra que Las FARC nacieron del problema agrario, sus combatientes son en su extensa mayoría campesinos puros que los hace la subversión de campesinos armados más grande que haya existido en la historia de Colombia. El paramilitarismo fue una creación de ganaderos y terratenientes que presionaron a los gobiernos de Julio César Turbay Ayala y César Gaviria Trujillo para que decretaran la creación de las autodefensas y de las Convivir, estructuralmente conformadas por sicarios y mercenarios, financiadas por ganaderos y terratenientes y entrenadas por el gobierno, que sembraron lo que hoy se conoce como bacrim o paramilitarismo y ayer como Autodefensas Unidas de Colombia.
Cualquier relación entre paramilitares y sus archienemigos las FARC ha sido por temporal conveniencia de protección conjunta de intereses del narcotráfico no para atacar a ganaderos. Los narcotraficantes no venden carne ni esa es la base de su riqueza.
i. El señor Lafaurie ataca mucho a la izquierda radical y a la izquierda democrática y tiene un odio visceral contra las FARC de tal dimensión que le impide hasta indirectamente hablar con ellas.
El señor Lafaurie mantiene una relación íntima de apoyo mutuo con el ex presidente Uribe y ambos como mancornas han hecho campaña para no hablar con las FARC.
La campaña política del ex presidente Uribe y sus seguidores se centra en el fracaso de los Diálogos de Paz.
El señor Lafaurie al rechazar asistir al Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral con Enfoque Territorial intentó hacer fracasar los Diálogos de Paz para avanzar la campaña política del ex presidente Uribe.
Es inadmisible e irresponsable que el señor Lafaurie manipule a los ganaderos de Colombia para hacerle campaña al ex presidente Uribe.
j. La insistencia del señor Lafaurie de que la fallida Seguridad Democrática es en sus palabras la «política pública de desarrollo rural» muestra abiertamente su campaña política pero no su comprensión de los Programas de Desarrollo que son complejos proyectos sociales y económicos que no tienen ningún punto de comparación con un simple esquema de represión civil (que incluye chuzadas) y de guerra sin cuartel (que incluye falsos positivos y montajes) que desprestigió a Colombia y al anterior gobierno.
k. La expansión irracional de la ganadería deshabilita tierras para la agricultura. La carne no reemplaza frutas ni vegetales. La expansión de la agricultura y con ella la protección y sanidad del suelo fértil es social y económicamente indispensable para Colombia.
El Señor Lafaurie y Fedegan no les importa el problema agrario de Colombia. Todo lo que buscan es el enriquecimiento pecuario y su reducido interés se limita a la ganadería exclusivamente y no a los problemas agropecuarios en su conjunto. Al interés de hacer campaña con el ex presidente Uribe para sabotear los Diálogos de Paz se suma la indiferencia crasa del señor Lafaurie y Fedegan a los problemas agrarios de Colombia y la culpabilidad y responsabilidad que tienen de su existencia.
Prueba de lo anterior es que el señor Lafaurie en ningún momento hace la más mínima mención del informe de la FAO de 2006 «La larga sombra del ganado – problemas ambientales y opciones»
5. Fedegan con responsabilidad del señor Lafaurie se negó a participar con miles de colombianos en la propuesta de soluciones al problema agrario colombiano por razones de ayudar a la campaña política del ex presidente Uribe de hacer fracasar los diálogos de paz, oponiéndose tercamente a hablar con las FARC, que son los únicos con quienes se puede acabar el conflicto armado de Colombia. La posición del ex presidente Uribe y del señor Lafaurie de negarse rotundamente a hablar con las FARC es su más importante recurso y principal objetivo político para garantizar la continuidad de la guerra para las nuevas generaciones de colombianos.
Agradezco al doctor Bruno Moro, el PNUD y a las Naciones Unidas la atención a estas aclaraciones que deben hacerse públicas al lado de la carta del señor Lafaurie.
Con todo respeto,
José María Rodríguez González